– Las encuestas favorecen a la vicepresidenta Harris, pero el factor sorpresa del voto oculto a favor de Trump sigue siendo una incógnita clave.
Miami.- A solo un mes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, las encuestas sitúan a la actual vicepresidenta Kamala Harris como la favorita para ocupar la Casa Blanca. Sin embargo, a pesar de su aparente ventaja, los analistas advierten sobre un fenómeno que podría alterar el resultado: el “votante tímido de Trump”. Este grupo, compuesto por personas que no suelen expresar públicamente su apoyo al expresidente republicano, podría dar un vuelco inesperado en las urnas.
Durante las últimas semanas, Harris ha visto aumentar su popularidad en las encuestas, impulsada por una campaña enfocada en la recuperación económica y la unidad nacional. No obstante, los expertos en política recuerdan que las encuestas no siempre captan la realidad electoral en su totalidad. En las elecciones de 2016 y 2020, el “votante tímido de Trump” fue crucial, ya que una parte significativa de los electores no se vio reflejada en los sondeos previos a las votaciones, contribuyendo a la sorpresiva victoria de Trump en 2016 y su fuerte rendimiento en 2020.
Este fenómeno podría repetirse este año, generando incertidumbre sobre la precisión de las encuestas actuales. Muchas de las personas que apoyan a Trump evitan participar en encuestas o no manifiestan su opinión política debido a la polarización y la controversia en torno al expresidente. Esto genera una discrepancia entre los resultados de las encuestas y los resultados electorales reales. A pesar de los esfuerzos por ajustar los métodos de recolección de datos, el “voto oculto” sigue siendo un factor de riesgo para Harris.
Con las elecciones a la vuelta de la esquina, tanto demócratas como republicanos se preparan para un cierre de campaña reñido. Harris sigue siendo la favorita, pero su equipo no subestima la capacidad de movilización de la base de Trump, que ha demostrado ser decisiva en el pasado. Mientras tanto, los votantes estadounidenses se enfrentan a una de las elecciones más impredecibles en la historia reciente del país, con el resultado final aún lejos de estar definido.