– La llegada del invierno intensifica el esmog en la capital india, afectando gravemente la salud de millones de personas.
Delhi.- Con la llegada del invierno, Delhi, la bulliciosa capital de la India, vuelve a ser envuelta en una densa y sombría capa de esmog. Las bajas temperaturas y la falta de viento agravan los niveles de contaminación, generando un ambiente espeso que cubre la ciudad. Al aire libre, el aire se percibe pesado y el olor a ceniza se vuelve casi palpable para sus habitantes.
Respirar el aire de Delhi puede ser una experiencia sofocante. Las personas que intentan caminar o correr a paso rápido sienten rápidamente la falta de aliento y la irritación en la garganta. El aire contaminado no solo afecta la respiración; también trae consigo una serie de problemas de salud, desde enfermedades respiratorias hasta problemas cardiovasculares.
Los medios de comunicación locales no tardaron en publicar titulares alarmantes que describen la situación como “tóxica” y “mortal”. Las escuelas han cerrado sus puertas para proteger a los más jóvenes, y se insta a la población a permanecer en casa. Sin embargo, quienes dependen del trabajo en exteriores para sobrevivir no tienen más opción que enfrentarse a este aire envenenado, poniendo en riesgo su salud cada día.
La capital india enfrenta cada invierno esta crisis ambiental, con niveles de contaminación que superan los límites recomendados por las autoridades sanitarias internacionales. Los ciudadanos de Delhi viven con una constante preocupación por su salud, mientras que la ciudad misma lucha por encontrar soluciones a esta alarmante situación.