⁃ El objeto espacial tiene el tamaño de un rascacielos de 20 pisos y fue descubierto dos días después de su punto más cercano a la Tierra
Houston.- La observación de asteroides es un tema complicado, ya que resulta difícil encontrarlos en la oscuridad del espacio por su reducido tamaño y otros factores, como la luz del Sol. Este mes, de hecho, uno “rozó” a la Tierra y los científicos se dieron cuenta demasiado tarde.
Según el registro de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), la roca espacial, identificada como 2023 NT1, pasó a menos de 100 mil kilómetros de nuestro planeta. Es importante recordar que, si bien se trata de una gran distancia, es muy poca en términos astronómicos.
El asteroide fue detectado dos días después de que recorrió el punto más cercano a la Tierra. Este cuerpo espacial tiene el tamaño de un rascacielos de 20 pisos. Si bien pasó cerca de nuestro planeta el 13 de julio, no fue detectado hasta el 15 del mismo mes, es decir, dos días después.
¿Su impacto pudo ser peligroso?
El impacto del 2023 NT1 en la Tierra, si bien no habría resultado devastador, sí pudo llegar a convertirse en una tragedia según el lugar del planeta en el que impactara.
Para dimensionarlo de mejor manera, este asteroide es tres veces más grande que el que impactó en Chelyabinsk, Rusia, en 2013. Dicho suceso dejó un saldo de mil 500 personas heridas y tampoco fue detectado a tiempo debido al Sol.
En este sentido, especialistas señalaron que el impacto no representaba un riesgo sustancial para la Tierra.
El visitante estelar fue detectado con un telescopio del Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS, por sus siglas en inglés). Sin embargo, logró detectarlo mientras salía del Sistema Solar, cuando ya no representaba ninguna clase de amenaza.
Es importante recordar que, si bien hemos avanzado considerablemente en términos de observación espacial efectiva para prevenir meteoros como este, el brillo del Sol dificulta mucho la observación de algunos cuerpos. Estos pasan desapercibidos debido a su “pequeño” tamaño.