⁃ El reciente ataque de Irán con misiles y drones a Israel desencadena llamados a sanciones más severas, mientras China intensifica su cooperación económica y estratégica con Teherán.
Pekín.- Yo El lanzamiento de más de 300 misiles y drones por parte de Irán contra Israel a mediados de abril ha generado una oleada de condenas internacionales y renovados llamados para endurecer las sanciones económicas sobre Teherán. Esta acción ha puesto en el punto de mira las exportaciones de petróleo iraní, la columna vertebral de su economía, y ha desencadenado una serie de respuestas políticas y diplomáticas a nivel mundial. En este contexto, la relación de China con Irán ha adquirido una importancia estratégica sin precedentes.
China, en su papel de potencia global emergente, ha mostrado una postura desafiante frente a las sanciones internacionales impuestas a Irán. A pesar de la presión ejercida por Estados Unidos y sus aliados, Beijing ha intensificado su cooperación económica con Teherán. Este apoyo se manifiesta en la compra de petróleo iraní a precios reducidos, una medida que no solo socava las sanciones occidentales, sino que también proporciona a Irán una válvula de escape crucial para mantener su economía a flote.
Además de la cooperación en el ámbito energético, China ha ampliado su participación en diversos sectores estratégicos en Irán, incluyendo la infraestructura, la tecnología y la defensa. Proyectos de desarrollo conjuntos, como la modernización de puertos y la construcción de ferrocarriles, han fortalecido la alianza entre ambos países. Esta relación se ha visto reforzada por el acuerdo de cooperación integral de 25 años firmado en 2021, que establece un marco para la colaboración en múltiples áreas.
La respuesta internacional al ataque iraní ha sido contundente, con varios países abogando por sanciones más estrictas y medidas adicionales para aislar a Irán económicamente. Sin embargo, la postura de China complica la eficacia de estas sanciones. Beijing ha dejado claro que su interés en la estabilidad energética y geopolítica en la región es primordial, y continuará apoyando a Irán a pesar de las presiones externas. Este escenario subraya la complejidad de la diplomacia internacional y los desafíos en la implementación de sanciones efectivas en un mundo cada vez más multipolar.