– El descubrimiento podría arrojar luz sobre el misterio de si Andrew Irvine y George Mallory fueron los primeros en alcanzar la cima del Everest.
Katmandú.- El hallazgo de una bota, con lo que se cree es el pie de un montañista británico desaparecido hace casi un siglo, ha generado conmoción y renovado el interés en uno de los misterios más grandes del alpinismo. La pieza fue descubierta el mes pasado por un equipo de filmación de National Geographic, que realizaba un documental en la ladera del Everest. El objeto emergió tras el derretimiento de un glaciar, exponiendo lo que podría ser una parte clave del equipo del legendario Andrew Comyn “Sandy” Irvine.
Irvine desapareció en junio de 1924 junto a su compañero George Mallory mientras intentaban conquistar la cumbre del Everest. Hasta la fecha, no se ha determinado si lograron ser los primeros en alcanzar la cima del mundo, 29 años antes de que Edmund Hillary y Tenzing Norgay lo hicieran oficialmente en 1953. El cuerpo de Mallory fue encontrado en 1999, pero el de Irvine y la cámara que portaban, que podría contener evidencia definitiva, nunca se había localizado.
El hallazgo de la bota ha desatado nuevas teorías sobre el destino final de Irvine. Los investigadores creen que el glaciar que la preservó durante décadas pudo haber desplazado su cuerpo a una zona más baja de la montaña. La familia de Irvine, que ya había perdido la esperanza de obtener respuestas tras tantos años, ha sido informada del descubrimiento.
Este descubrimiento no solo tiene implicaciones para la historia del montañismo, sino que también podría ofrecer una oportunidad única para resolver el misterio de si Mallory e Irvine fueron los primeros seres humanos en alcanzar la cima del Everest, una cuestión que ha fascinado a alpinistas e historiadores durante generaciones.