– Los dispositivos wearables, cada vez más utilizados en hospitales, permiten identificar condiciones de salud de alta complejidad con precisión en tiempo real.
Lausana.- La tecnología de los relojes inteligentes ha alcanzado un punto de desarrollo que les permite ir más allá del monitoreo básico de actividad física, extendiendo su capacidad a la detección de problemas médicos graves. Estos dispositivos, comúnmente asociados con el seguimiento de pasos y frecuencia cardíaca, están ganando popularidad en entornos médicos para la detección de condiciones que van desde problemas cardíacos hasta enfermedades neurológicas como el Parkinson.
Patrick Schoettker, jefe de anestesiología del Hospital Universitario CHUV en Lausana, Suiza, ha sido testigo de la transformación de estos dispositivos en herramientas médicas cruciales. Según Schoettker, la tecnología de monitoreo de los relojes inteligentes está ayudando a identificar complicaciones que antes podían pasar desapercibidas, especialmente en pacientes sometidos a operaciones prolongadas bajo anestesia general. “Las complicaciones cardíacas o pulmonares pueden surgir durante y después de una cirugía, y la detección temprana es clave para evitar situaciones críticas”, afirma.
Un aspecto preocupante de las largas intervenciones quirúrgicas es la posibilidad de una pérdida rápida de sangre, que puede desencadenar un choque en el paciente. Esta situación, que puede llevar a una disminución abrupta del flujo sanguíneo, representa un riesgo considerable para la vida. Además, después de muchas horas de sedación profunda, el sistema respiratorio del paciente puede verse comprometido, lo que incrementa el riesgo de desarrollar problemas pulmonares serios en los primeros días tras la cirugía.
Estos problemas a menudo surgen debido a debilidades fisiológicas subyacentes que no se detectaron a tiempo. Sin embargo, gracias a los avances en la tecnología de los relojes inteligentes, los médicos pueden ahora monitorear en tiempo real cambios sutiles en los signos vitales de los pacientes, ayudándoles a tomar decisiones rápidas y precisas. La aplicación de esta tecnología en la medicina podría reducir significativamente los riesgos postoperatorios, marcando el inicio de una nueva era en la prevención y manejo de complicaciones quirúrgicas.
