– El multimillonario, figura clave en la campaña de Trump y dueño de la red social X, asume un rol sin precedentes en la política exterior estadounidense.
Miami.- Elon Musk, el hombre más rico del mundo y una de las figuras más influyentes del ámbito tecnológico, ha dado un paso inesperado en el escenario de la política exterior estadounidense. Tras la reelección de Donald Trump, Musk participó en una llamada diplomática entre el presidente estadounidense y el mandatario ucraniano Volodímir Zelenski, una intervención que marca un hito en la participación de empresarios en la diplomacia internacional. Según fuentes cercanas al nuevo gabinete, Musk no solo brindó apoyo económico y logístico a la campaña de Trump, sino que ahora parece estar tomando un rol más activo en el ámbito internacional.
La participación de Musk en esta llamada ha generado revuelo y especulación, tanto en la comunidad internacional como en los Estados Unidos. Durante la campaña de Trump, Musk usó su influencia en la red social X para reforzar su mensaje y consolidar la base de apoyo. Ahora, con la victoria en mano, Musk parece estar aprovechando su posición para extender su influencia más allá de las fronteras del país. En la llamada, que abordó temas como la asistencia militar a Ucrania y la reconstrucción postconflicto, Musk se presentó como un “asesor técnico” en temas de tecnología y defensa.
La incursión de Musk en la política exterior no ha pasado desapercibida entre los analistas, quienes han cuestionado las implicaciones de que una figura empresarial asuma roles tradicionalmente reservados a funcionarios del gobierno. Mientras algunos argumentan que su experiencia en tecnología y comunicación le otorga una perspectiva valiosa, otros temen que su injerencia desdibuje los límites entre los intereses públicos y privados, y que esto abra la puerta a un nuevo tipo de “diplomacia corporativa”. Esta situación plantea interrogantes sobre la dirección que tomará la política exterior estadounidense y el papel que jugarán los líderes empresariales en el futuro.
Por su parte, ni Trump ni Musk han emitido declaraciones detalladas sobre el papel específico que desempeñará el multimillonario en la administración. Sin embargo, expertos sugieren que podría actuar como un “puente” entre la Casa Blanca y algunas de las economías emergentes más influyentes. Con su incursión en la diplomacia internacional, Musk podría estar marcando un precedente que redefine el alcance del poder empresarial en la arena política global.