– Los costos de las operaciones militares y la creciente presión sobre el gasto público generan un fuerte impacto económico en Israel.
Gaza.- Durante el último año, Israel ha intensificado sus operaciones militares en Gaza y el sur del Líbano, desplegando miles de soldados, realizando ataques aéreos y activando sus sistemas de defensa para interceptar misiles y drones. Esta estrategia de defensa ha generado un enorme gasto para el país, afectando no solo al presupuesto de defensa sino también a la economía en general.
Según estimaciones del gobierno israelí, el costo de las guerras actuales contra Hamás y Hezbolá podría superar los 60.000 millones de dólares. Este gasto incluye no solo los costos operativos de las tropas y el equipo militar, sino también el mantenimiento y el uso de sofisticados sistemas de defensa aérea. La magnitud de este gasto ha comenzado a reflejarse en el presupuesto público, ejerciendo una presión adicional sobre otros sectores clave de la economía.
Además del gasto directo en defensa, la economía israelí ha sufrido otros efectos colaterales. Las actividades comerciales y el turismo, dos áreas importantes para la generación de ingresos, se han visto reducidos debido a la inestabilidad en la región. Muchos inversores también están adoptando una postura cautelosa, lo que ha llevado a una desaceleración en el flujo de inversiones extranjeras hacia el país. Esta situación está afectando el crecimiento económico de Israel y aumentando la presión sobre su sector privado.
El impacto económico de estos frentes de conflicto es motivo de preocupación tanto para el gobierno como para la ciudadanía israelí. Si bien las autoridades consideran prioritario mantener la seguridad del país, también reconocen que los efectos económicos podrían intensificarse a largo plazo, afectando áreas como la salud, la educación y la infraestructura. Israel enfrenta ahora el desafío de encontrar un equilibrio entre la defensa nacional y la estabilidad económica.