– Kennesaw, una pequeña localidad en Georgia, combina la tranquilidad de un pueblo sureño con una ley única que exige a sus habitantes tener armas de fuego.
Kennesaw.- Situada en el estado de Georgia, representa el arquetipo de una pequeña ciudad sureña de Estados Unidos. Su atmósfera relajada se refleja en los detalles cotidianos: el aroma a pan recién horneado que sale de Honeysuckle Biscuits & Bakery y el suave ruido de trenes pasando cerca. Es un lugar donde los vecinos suelen dejar notas de agradecimiento en las cafeterías locales, destacando el espíritu cálido y acogedor de la comunidad.
Sin embargo, hay un aspecto de Kennesaw que no todos esperan encontrar. Desde 1982, una ordenanza local establece que cada jefe de familia debe poseer un arma de fuego y municiones. Esta peculiar ley, que fue adoptada como respuesta a un debate sobre el control de armas en el país, buscaba promover la seguridad comunitaria y disuadir el crimen.
“Esto no significa que la gente ande armada como si estuviéramos en el Viejo Oeste”, explica Derek Easterling, quien ha sido alcalde de la ciudad durante tres periodos consecutivos y se describe como un “veterano retirado de la Marina”. Según Easterling, la ley tiene más un valor simbólico que práctico, y asegura que la comunidad vive en un ambiente de calma y respeto mutuo.
Aunque la ley rara vez se aplica de forma estricta, su existencia ha colocado a Kennesaw en el mapa como un caso curioso. Algunos la ven como un ejemplo de la defensa de derechos constitucionales, mientras que otros la consideran una reliquia de tiempos pasados. Lo cierto es que, a pesar de esta inusual normativa, Kennesaw sigue siendo un lugar donde la vida se desarrolla con la serenidad de cualquier pequeño pueblo estadounidense.
