– La joya turística del Egeo, venerada por sus atardeceres y acantilados, se ve sacudida por temblores que revelan la silente furia de un vasto estratovolcán submarino.
Atenas.- En los últimos días, Santorini —la emblemática isla griega famosa por sus cúpulas blancas y vistas panorámicas al mar— ha experimentado una serie de temblores que han llevado a las autoridades a ordenar la evacuación preventiva de sus habitantes y visitantes. Según los expertos, estas sacudidas podrían ser el preludio de una actividad más intensa en el colosal volcán sumergido que descansa justo debajo de sus aguas cristalinas.
Este coloso submarino, responsable en la antigüedad de una de las erupciones más potentes del Mediterráneo, yace oculto bajo la caldera que da forma a la isla. Aquella catástrofe histórica moldeó el característico anfiteatro natural y dejó tras de sí un cráter de dimensiones inimaginables. Ahora, los recientes movimientos tectónicos han reavivado la preocupación por una posible reactivación de este gigante latente.

Los geólogos advierten que, aunque no se espera un estallido inminente de magnitud comparable al ocurrido hace miles de años, la acumulación de presión en el lecho oceánico podría desatar refrescaciones volcánicas menores o emitir gases nocivos. Ambos escenarios representan un peligro potencial para la seguridad de quienes se encuentran en la superficie, especialmente considerando la densidad turística de la zona durante la temporada estival.
Las autoridades helenas han establecido un perímetro de seguridad en las inmediaciones de la caldera y han dispuesto rutas de evacuación rápida hacia las islas vecinas. Los puertos de Santorini operan con normalidad para facilitar el traslado de residentes y viajeros, mientras que los servicios de emergencia mantienen una vigilancia constante de la actividad sísmica y de posibles variaciones en la temperatura del agua y en la composición del gas disuelto.
