– El apagón ocurre en medio de tensiones políticas crecientes, evocando el desafiante panorama de hace cinco años cuando la oposición liderada por Juan Guaidó enfrentó al régimen de Nicolás Maduro.
Caracas.- En la madrugada del pasado martes, un nuevo apagón dejó a gran parte de Venezuela sumida en la oscuridad, intensificando la ya tensa situación política en el país. El corte de energía, que afectó a Caracas y al menos 15 estados, rememoró la crisis de marzo de 2019, cuando un apagón nacional paralizó a la nación durante varios días, marcando un punto crítico en la lucha por el poder entre la oposición y el régimen chavista.
Al igual que hace cinco años, el apagón se produce en un momento crucial para la política venezolana. Las tensiones entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición han aumentado en las últimas semanas, con protestas masivas convocadas en diversas ciudades. Este nuevo corte de energía no solo agrava las dificultades diarias de los ciudadanos, que ya enfrentan una profunda crisis económica, sino que también sirve como un recordatorio de la fragilidad de la infraestructura del país.
En 2019, la falta de electricidad fue vista como una consecuencia de la mala gestión y la corrupción en el sector eléctrico, un hecho que la oposición utilizó para alimentar su narrativa contra el régimen de Maduro. Liderados por Juan Guaidó, quien se había autoproclamado presidente encargado con el respaldo de la comunidad internacional, los opositores vieron en el apagón una oportunidad para movilizar a la población en su lucha por un cambio de gobierno.
Hoy, aunque las circunstancias han cambiado y Guaidó ha perdido gran parte de su influencia, la historia parece repetirse. El apagón actual no solo interrumpe la vida cotidiana de millones de venezolanos, sino que también reaviva el recuerdo de un pasado reciente lleno de promesas de cambio que, para muchos, aún no se han materializado. La crisis energética y política se entrelazan una vez más, mientras Venezuela sigue en la incertidumbre sobre su futuro.
